miércoles, 25 de julio de 2012

Visita a las aldeas


Cuando compramos la cortacésped nos dieron unas instrucciones básicas:
1.       Guardar en un sitio que esté cubierto, dónde no accedan ratones ni otros animales
2.       Mientras se use mantener alejado de los niños
3.       Leer las instrucciones
4.       No poner mas de 5 cedis de gasolina
Mientras Jaume montaba la máquina y yo le ayudaba, Wisdom debía leerse las instrucciones, asi de sencillo, los 4 pasos de arriba se los repetimos varias veces, su respuesta: “I know, I know”  Hicimos hincapié en que debía cuidarla muy bien porque era algo que tenía que durar y había costado 600 cedis (unos 300 euros)
Hoy ha querido usarla por primera vez, Jaume le ha preguntado si se había leído las instrucciones, la respuesta ha sido que si. A Jaume se le ha ocurrido echar un vistazo al manual. Wisdom había comprado gasoil y la máquina funcionaba con gasolina, se lo decimos y su respuesta es: ahhhhhhhhhhhh. Desesperante. Teníamos gasolina, asi que la llena y cuando empieza a funcionar los niños vienen corriendo, Jaume le dice que es peligroso, y Wisdom le contesta que en vez de hablar tanto tiene que escuchar antes y que él sabe lo que hace. Desesperante… Me parece una falta de respeto hacia todas esas personas que han juntado dinero para poder comprarla. Mi mensaje ha sido claro, hay miles de sitios donde ayudar, o te pones las pilas o el dinero se gasta en otro sitio.
Los voluntarios han venido a decirme que una de las maestras aprovecha la presencia de los obrunis en clase para dormir y sólo se despierta cuando hay que usar la vara, y claro, Wisdom ha sido incapaz de decir nada, he tenido que ir yo a decirle que a los voluntarios no se les paga y que están para asistir a la maestra y no para hacer su trabajo. Es la semana de revisión antes de los exámenes y es importante que repasen, pero ésta tía pasa, y Wisdom no tiene huevos (con perdón) para hacer su trabajo que al fin y al cabo es que las cosas se hagan bien.
En la ruta de vuelta de bus uno de los niños se ha hecho caca encima. De repente nos ha llegado un tufo nauseabundo y no he podido evitar decir en voz alta: huele a mierda! (si, muy fina, lo se) Los profesores que por supuesto no hablan español han entendido perfectamente lo que decía y se han empezado a reir. Hemos parado el bus, limpiado al niño y desnudado (no hemos podido salvar ni los zapatos) y limpiado el bus claro, imaginad unos 5 adultos y unos 20 niños ahí metidos… el niño tenía mala cara, supongo que mañana no vendrá al cole.
En otro orden de cosas más agradables hoy hemos visitado la aldea de lejos. Mandan muchos besos para Ama, Mercedes y Jose (the doctor como le llaman ellos) Nerea ha comprado para ellos jabón y arroz, yo he llevado globos, ropa y ropa interior para los peques (eso era un recado de Merche y Jose) Y tanto Jaume como Nerea llevaban medicinas, nos han acogido con mucha alegría. El patriarca (como yo le llamo) llevaba la gorra que le regalé el año pasado. Nos han ofrecido maíz y agua, se lo hemos agradecido pero rechazado (el agua viene de un riachuelo marrón y el maíz es lo único que ellos tienen para comerciar, asi que no nos parecía apropiado) Los niños han crecido, la mujer que perdió al bebé se encuentra ya bien, hemos pasado un rato agradable, es mi aldea favorita.
En el camino hemos sudado lo que no está escrito, la humedad era algo exagerado y las plantas tan altas dan muchísimo calor. A la ida íbamos rápido y no hemos podido disfrutar de las vistas pero la vuelta nos la hemos tomado con más tranquilidad, hemos disfrutado del paisaje y hecho fotos.
Mañana por la mañana iré al mercado a comprar unas cosas para Kwame y Kwabena, lavaré la ropa y después iré al colegio para aprovechar los últimos días. Viernes a mediodía salimos de Koforidua hacia Tema para pasar la última noche.

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