Cuando compramos la cortacésped
nos dieron unas instrucciones básicas:
1. Guardar
en un sitio que esté cubierto, dónde no accedan ratones ni otros animales
2. Mientras
se use mantener alejado de los niños
3. Leer
las instrucciones
4. No
poner mas de 5 cedis de gasolina
Mientras Jaume montaba la máquina
y yo le ayudaba, Wisdom debía leerse las instrucciones, asi de sencillo, los 4
pasos de arriba se los repetimos varias veces, su respuesta: “I know, I know” Hicimos hincapié en que debía cuidarla muy
bien porque era algo que tenía que durar y había costado 600 cedis (unos 300
euros)
Hoy ha querido usarla por primera
vez, Jaume le ha preguntado si se había leído las instrucciones, la respuesta
ha sido que si. A Jaume se le ha ocurrido echar un vistazo al manual. Wisdom
había comprado gasoil y la máquina funcionaba con gasolina, se lo decimos y su
respuesta es: ahhhhhhhhhhhh. Desesperante. Teníamos gasolina, asi que la llena
y cuando empieza a funcionar los niños vienen corriendo, Jaume le dice que es
peligroso, y Wisdom le contesta que en vez de hablar tanto tiene que escuchar
antes y que él sabe lo que hace. Desesperante… Me parece una falta de respeto
hacia todas esas personas que han juntado dinero para poder comprarla. Mi
mensaje ha sido claro, hay miles de sitios donde ayudar, o te pones las pilas o
el dinero se gasta en otro sitio.
Los voluntarios han venido a
decirme que una de las maestras aprovecha la presencia de los obrunis en clase
para dormir y sólo se despierta cuando hay que usar la vara, y claro, Wisdom ha
sido incapaz de decir nada, he tenido que ir yo a decirle que a los voluntarios
no se les paga y que están para asistir a la maestra y no para hacer su
trabajo. Es la semana de revisión antes de los exámenes y es importante que
repasen, pero ésta tía pasa, y Wisdom no tiene huevos (con perdón) para hacer
su trabajo que al fin y al cabo es que las cosas se hagan bien.
En la ruta de vuelta de bus uno
de los niños se ha hecho caca encima. De repente nos ha llegado un tufo
nauseabundo y no he podido evitar decir en voz alta: huele a mierda! (si, muy
fina, lo se) Los profesores que por supuesto no hablan español han entendido
perfectamente lo que decía y se han empezado a reir. Hemos parado el bus,
limpiado al niño y desnudado (no hemos podido salvar ni los zapatos) y limpiado
el bus claro, imaginad unos 5 adultos y unos 20 niños ahí metidos… el niño
tenía mala cara, supongo que mañana no vendrá al cole.
En otro orden de cosas más
agradables hoy hemos visitado la aldea de lejos. Mandan muchos besos para Ama,
Mercedes y Jose (the doctor como le llaman ellos) Nerea ha comprado para ellos
jabón y arroz, yo he llevado globos, ropa y ropa interior para los peques (eso
era un recado de Merche y Jose) Y tanto Jaume como Nerea llevaban medicinas,
nos han acogido con mucha alegría. El patriarca (como yo le llamo) llevaba la
gorra que le regalé el año pasado. Nos han ofrecido maíz y agua, se lo hemos
agradecido pero rechazado (el agua viene de un riachuelo marrón y el maíz es lo
único que ellos tienen para comerciar, asi que no nos parecía apropiado) Los
niños han crecido, la mujer que perdió al bebé se encuentra ya bien, hemos
pasado un rato agradable, es mi aldea favorita.
En el camino hemos sudado lo que
no está escrito, la humedad era algo exagerado y las plantas tan altas dan
muchísimo calor. A la ida íbamos rápido y no hemos podido disfrutar de las vistas
pero la vuelta nos la hemos tomado con más tranquilidad, hemos disfrutado del
paisaje y hecho fotos.
Mañana por la mañana iré al
mercado a comprar unas cosas para Kwame y Kwabena, lavaré la ropa y después iré
al colegio para aprovechar los últimos días. Viernes a mediodía salimos de
Koforidua hacia Tema para pasar la última noche.
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