Hoy por la mañana hemos ido al
orfanato de Basco, bastante cerca de Akwadum. La escuela tiene 200 alumnos pero
en el orfanato se quedan unos 80 (de 4 a 20 años) Hemos repartido material
escolar, ha sido todo muy ceremonioso, Nerea y yo hubiésemos preferido algo más
sencillo y con menos protagonismo, pero el amigo Frank ha disfrutado siendo el
protagonista (cuando los protagonistas en realidad deberían haber sido los
niños) Los dos estudiantes más mayores que empezarán la universidad el año que
viene y 3 profesores voluntarios nos han enseñado el lugar. Tienen huerto, ganado,
una biblioteca, una sala con ordenadores (claro, que 12 ordenadores para 200
personas no dan para mucho) Han sido muy agradables, hemos cambiado teléfonos y
Nerea y yo volveremos a verles un día con Jaume.
Es genial ver como los
estudiantes más mayores y en situación desfavorable por su condición de huérfanos
empezarán la universidad, historias de
superación personal, admirables.
Después hemos vivido una
situación incómoda. El motivo de haber ido ahí es porque Frank se ha empeñado
en que le acompañásemos, me alegro de haberlo hecho pero creo que nuestra
presencia no era necesaria, pero claro, hay que exhibir a las blancas! La
cuestión es que cuando estamos a punto de irnos me dice (sólo a mi) que si
puedo ayudar a pagar el taxi de vuelta. La verdad es que sólo llevaba 15 cedis
conmigo porque supuestamente vas con una ONG que recibe un dinero con el que se
financian todas esas cosas… Total, Nerea flipada porque sólo me lo pregunte a
mi. Molesta, le digo que eso se dice antes, me dice que si, que tengo razón.
Llegamos a Koforidua y le digo que cuánto le doy, por colaborar (como él había
dicho) y me dice que 40 cedis. ¿¿¿¿¿cómo????? ¿Qué colabore o que lo pague yo
todo? Le digo que no llevo ese dinero y le doy 10, me quedo con 5 porque no
quiero ir por ahí sin nada. Nerea está a punto de sacar dinero, le digo que ni
se le ocurra, que ya que sólo me lo había pedido a mi que se conforme con lo
que hay. Nerea y yo bajamos del taxi alucinando. Nos parece que es tener la
cara muy dura. Al menos si somos cuatro personas los gastos deberían dividirse
entre las cuatro personas, pero no, mejor que la blanca tonta lo pague todo. Hablamos
Nerea y yo y ella dice que piensa comentarle que no nos parece bien (es
reservada pero habla muy clarito) y que no vuelve a pasar.
Hemos pasado la tarde en mi casa,
cocacola en mano y arreglando el mundo. Cuando ha vuelto mi familia hemos
comido fufu, por fín! Qué rico! Naana es la mejor cocinera con diferencia, no
hay fufu mejor que el suyo. Comemos todos juntos, en familia. Me encanta mi
familia!!
Salgo a dar una vuelta con Wisdom
y Nerea, nos vamos a la plaza Jackson, donde estaba el año pasado el beads
market. Es sábado y hay un funeral, gente de negro y rojo por todas partes,
música a todo volumen y niños bailando. Koforidua por la noche es divertida,
una pena tener que madrugar tanto al día siguiente.
Mañana a la iglesia con la
familia. Los domingos la gente se queda en casa y no sale, aprovecharé para
leer, actualizar el blog y descansar un poco.
Da yie
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